Acaba de salir publicado, contemporáneamente en Alemania y en Italia, un libro de un jurista alemán, Rainer Beckmann, titulado “Il Vangelo della fedeltà coniugale. Risposta al Card. Kasper. Una testimonianza” [El Evangelio de la fidelidad conyugal. Respuesta al Card. Kasper. Un testimonio], con presentación del Card. Paul Josef Cordes (Solfanelli, Chieti, 2015, pp. 128).
El autor, de 54 años, es juez en Würzburg; está divorciado por el civil a raíz de serias dificultades en su matrimonio, pero no se ha vuelto a casar, por mantener la coherencia con la enseñanza de la Iglesia católica sobre la indisolubilidad matrimonial, y es padre de cuatro hijos. Su libro analiza el volumen del Card. Walter Kasper, “Il Vangelo della famiglia” [El Evangelio de la familia] (2014), concluyendo que éste carece de sustancia argumentativa:
“El Card. Kasper no dice ni siquiera una palabra que explique por cuál motivo los divorciados vueltos a casar deberían poder recibir el Sacramento de la Penitencia, a pesar de que no logren arrepentirse. Al mismo tiempo que sostiene la indisolubilidad del matrimonio, el Cardenal querría que, en la práctica, a los divorciados les fuese conferido exactamente el mismo tratamiento que se reserva a los cónyuges que han permanecido fieles. Las dos cosas son incompatibles. La argumentación del Cardenal contiene en sí una profunda contradicción”
Rainer Beckmann entiende bien en cuestiones de argumentación y lógica probatoria, pues desde el 2000 al 2005 ha sido oficial experto en el parlamento federal alemán de las comisiones sobre derecho y ética de la medicina. Ha publicado ensayos científicos sobre aborto, técnicas reproductivas, muerte cerebral y eutanasia. Es vicepresidente de una asociación de juristas para el derecho a la vida y dirige la revista “Zeitschrift für Lebensrecht”. Enseña en la universidad de Heidelberg.
En el prefacio del libro, el Cardenal alemán Josef Cordes señala que el Autor es también “un creyente que ha vivido personalmente el dolor de una relación fracasada, y a pesar del divorcio, no ha acometido una nueva relación: quiere mantener la fe a su promesa de fidelidad… hasta que la muerte los separe”. Es por esto que “el suyo es a este punto un testimonio estimulante en el plano pastoral, realista en el plano de los hechos y observante de las Sagradas Escrituras”.
Al final del libro, Beckmann subraya que el papa Francisco “en las declaraciones que nos son conocidas”, ni una sola vez se ha apartado de la doctrina tradicional de la Iglesia. Mientras que, al contrario, “la solución propuesta por el cardenal Kasper mina los fundamentos no solo del sacramento del matrimonio, sino también de los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía”.
Y concluye:
“Si queremos transmitir la fe, nuestras acciones deben corresponder a nuestras palabras. Quien no vive lo que enseña no es creíble. Ni es creíble quien no mantiene lo que ha prometido. Quien promete amor hasta la muerte, debe permanecer fiel hasta la muerte. Éste es el camino sobre el cual nos ha precedido Jesús”.
Nota: tomo los textos citados del artículo de Sandro Magister, en Chiesa espresso on line, del 29 de mayo de 2015.
hace 9 años estoy divorciada . sigo manteniendome firme en mi fe y creo que hay que ser coherente ante todo.debemos mantenernos solos como fidelidad a nuestro matrimonio y ala promesa que hicimos ante Dios